Los 10 derechos de lector, según Daniel Pennac

¿Sabías que como lector tienes derechos? Si, como lectores tenemos derecho a hacer con un libro lo que nos plazca, cómo, cuándo y dónde leerlo. Sabemos que leer no es una obligación, pero todos aquellos a los que nos gusta, que mantenemos la lectura como un hábito recurrente y los que están empezando con ello, tenemos derechos. Más específicamente 10 derechos, según Daniel Pennac.

La lectura es un acto totalmente independiente y cada persona lee y consume literatura como se sienta más cómodo. Como lectores, podemos hojear libros, leer en voz alta, incluso podemos dejar de leer un libro que no nos agrada y todo esto gracias a que tenemos derecho a hacerlo.

Daniel Pennac, quien es un escritor francés, nos resume en su obra Como una novela; los 10 derechos de lector. Estos derechos que nos guían y -como yo lo veo- nos dan permiso a portarnos mal y hacer lo que nos venga en gana con nuestros libros.

10 Derechos del lector, según Daniel Pennac

1. Derecho a no leer. Bueno, bueno, empezamos un poco fuertes. Pero, si. Tenemos derecho a no leer. Esto se aplica para todo, tenemos derecho a abstenernos y no leer ese clásico demandante que todo el mundo ha leído, o ese bestseller que la mitad del planeta está consumiendo. Leer es un gusto, no una obligación y si no queremos leer algo que no nos llama la atención o que nos quieren imponer, estamos en nuestro derecho de negarnos a hacerlo.

2. Derecho a saltarse las páginas. ¿Un pecado mortal? De hecho, no lo es. Podemos romper los esquemas, saltarnos las reglas y dejar atrás esas páginas que nos aburren. Parece una blasfemia, una falta de respeto, pero no lo es en lo absoluto o ¿es que no se hace lo mismo con los libros de cocina? ¿Los de fotografía o los de poesía?

3. Derecho a no terminar un libro. Existen un millón de motivos para abandonar una novela antes de su final: es una historia que no engancha, es aburrida, tediosa de leer, blablá. Y estamos en todo el derecho de dejarla de lado y no volver a ella. ¿Para qué perder el tiempo con un libro que no te está gustando? Tienes derecho a no terminarlo y no sentirte mal por ello. Hay un sin número de libros buenos esperando a ser leídos y hay un centenar de personas ignorándolos por terminarse una novela por obligación. ¡No seas uno de ellos!

4. Derecho a releer. ¡Uno de mis favoritos! Como sabemos, hay libros que se ganan nuestros corazones y, por ende, una segunda o tercera lectura también. Esos libros que nos gustaron tanto, que nos marcaron y nos llenaron completamente, tenemos todo el derecho a reerlos con el mismo cariño y la misma entrega. El poder de la relectura es inmenso, incluso Ricardo Piglia dice recordar lo que estaba tomando la primera vez que leyó “América” de Franz Kafka. Así de increíble es volver a leer un libro.

5. Derecho a leer cualquier cosa. Este tal vez es el derecho más importante de la lista. Aquí cada uno de nosotros tiene el derecho de leer cualquier género. Podemos centrarnos en un género si es lo que nos gusta o expandir los horizontes y probar de todo un poco. Cada lector puede explorar las opciones hasta que se sienta totalmente agusto.

6. Derecho al Bovarismo. Creo que está claro, que aquí se refiere a Emma Bovary (de la obra de Gustave Flaubert, Madame Bovary). Este derecho nos dice, que podemos caer en el placer inmediato, a comprar compulsivamente libros. Libros que quizá no vayamos a leer inmediatamente, pero que pasarán a ser parte del plan de lectura.

7. Derecho a leer en cualquier lugar. Es evidente que esto lo podemos hacer sin ningún tipo de problema. Podemos leer en cualquier sitio (siempre y cuando no estemos molestando a alguien más). Contrario a la idea de que se debe leer en un espacio cerrado y sin ruido par que puedas concentrarte, puedes leer en donde te plazca. En la fila del súper, en el transporte público, mientras esperas para la consulta médica. Siempre puedes leer en digital o tener tu libro a mano para, de esta manera, puedas avanzar con tus lecturas programas.

8. Derecho a hojear. Esto no va a matar a nadie, porque ¿Para comprar un libro no tienes que saber de qué se trata? No está de más echarle un ojo, leer unas páginas, ver que tal escribe el autor. Hojear es un simple acto que nos puede ayudar en la elección de un libro o tan solo para quitarnos la sensación de hacerlo.

9. Derecho a leer en voz alta. Quizá de un poco de miedo, pero como lectores tenemos derecho a leer en voz alta y deleitar a todo aquel que quiera escuchar. La poesía, por ejemplo, es un género excelente para leer en voz alta rodeados de personas. Esta lectura incluso está directamente asociada con la infancia, con los padres leyéndonos antes de ir a dormir y en la escuela también cuando el maestro o maestra dictaban la lección de estudio.

10. Derecho a callarnos. Y como las personas somos diferentes, vivimos las cosas diferentes. Un libro puede ser interpretado de miles de formas distintas y como lectores, tenemos el derecho de no contar nada sobre el. Tenemos todo el derecho a no comentar si un libro nos gustó o no, si nos dejó contentos o con algún mensaje. El mundo no tiene por qué enterarse de nuestras opiniones literarias, si no nos parece compartirlas.

Estos son los 10 Derechos del lector que nos resume Daniel Pennac en su obra. Y estos derechos nos dejan un deber implícito: no debemos de burlarnos jamás de aquellas personas que no leen, si algún día queremos que lo hagan.

Lee y deja leer.

¿Qué les parecieron estos derechos? ¿Conocían que tenían alguno? O ¿Practicaban uno de estos sin tener idea de que era un derecho como tal? Déjame tu comentario acá debajo, estaré feliz de leerlos.