Ciudades
Me gustan las ciudades porque están llenas de sorpresas. Te puedes perder en sus calles y es un boleto autómatico para una nueva aventura. Sus callejones esconden secretos y sus avenidas cuentan historias.
He visto ciudades ruidosas, como un festival de música. Donde la gente va y viene bailando al son de la fuerte melodía. Y he recorrido las calles de una ciudad que parece un adulto en la tercera edad. En paz, silencio y tranquilidad. He danzado y he tomado té cuando se pone el sol. He escuchado historias de amor y descubierto secretos oscuros. Me he perdido y me he encontrado, lo he disfrutado y he llorado.
Y de todas las ciudades que he visitiado, él fue la más grande. Repleto de intensas aventuras, con secretos brillantemente ocultos y con historias tan simples, que parecen mentira. Conocí sus pasajes, callejones y sus calles. Nos besamos a escondidas y gritamos los “Te amo”. Cada noche era un nuevo día, donde me quedaba quieta al lado suyo, soñando con sus calles y deseando reinventarlas. No había esquina que no conociera ni sonrisa a la cual resistirme. El era mi ciudad favorita y yo era su visitante perfecta.