La tercera y última parte de la Trilogía Maestra; Última. El tan esperado desenlace de esta increíble trilogía, que me dejó ansiosa por saber más. Por fin la última cara de este triángulo está completa y que exquisito fue leerlo!
Para refrescarles la memoria un poquito:
- En Maestra, conocimos a Judith Rashleigh, una mujer que está decidida a hacer lo que sea y camina de la mano con su mejor amiga llamada rabia, nos muestra cómo se sale con la suya en un mundo donde el deseo y el apetito femenino, no son más que puras pasiones. Esta primera entrega, se da inicio a su metamorfosis y nos dan tan solo una pizca de lo que puede llegar a hacer, para cumplir sus objetivos.
- Mientras que en Dómina, Judith o más bien, Elizabeth, por fin está viviendo sus mejores días, disfrutando de su tan anhelada vida lujosa, llena de excesos, arte, moda y comida exquisita. Acá la evolución como personaje es totalmente notorio y completo. Conocemos un poco sobre su pasado y nos hacemos una idea del por qué de su comportamiento.
Y finalmente, Última. El climax de todo. Nuestra querida (u odiada) Judith, superviviente, temeraria, madura. Una mujer totalmente alejada de lo que fue en el primer libro. Consiente de sus deseos y en total plenitud con quién es, pero con un nuevo problema al cual enfrentarse. Alguien que pasó desapercibido en Dómina, viene para cobrar un favor. O más bien, exigirlo.
Un jefe de la mafia rusa, necesita vender un cuadro por 150 millones de dólares, cuadro que no existe y que Judith tendrá que crear si no quiere morir. Así que, esta vez, Judith tendrá que crear algo más que una simple identidad. Tiene que falsificar una obra en todo el sentido de la palabra. Acompañada de personajes mencionados anteriormente, tendrá que ponerse manos a la obra si quiere librarse de una muerte súbita.
Mientras recorría metódicamente las boutiques, no pude librarme de la sensación de que me estaba armando a mí misma para una última batalla; pero, qué demonios, si había que jugársela, mejor hacerlo con un Saint Laurent.
Última – Love it. Hate it. Read it.
DIOS. MIO
Estoy atónita con el final de esta trilogía. Tengo que empezar por el final, pues estoy demasiado impactada, enojada y confundida. Aviso desde ya, que esto contiene *spoilers*.
Última de L.S. Hilton, es el cierre perfecto para esta trilogía que me ha mantenido cautiva desde que la empecé. Desde que inició el conflicto, supe cuál sería el final de Judith, pero he quedado completamente estupefacta al leer las últimas líneas. El cliffhanger es simplemente cruel. La autora nos deja colgando, literalmente, colgado de la nada. Acabo de terminar de leerlo, tuve que tomarme un vaso son agua y hacer ejercicios de respiración, esto es simplemente injusto. Las preguntas que rondan en mi cabeza, son demasiadas y cada vez surge una nueva. Judith Rashleigh es un personaje que no me va a dejar dormir.
Última empieza donde termina Dómina, con Da Silva apuntando al corazón de Judith. Nuestra travesía comienza y pronto conocemos el propósito del libro, al cuál Judith debe enfrentarse, la falsificación de un cuadro que tiene que vender por 150 millones de dólares. Una locura total, pues nuestra protagonista tiene que, una vez más, ingeniárselas para salir del embrollo. L.S. Hilton, una vez más nos mantiene en total suspense, a través de fascinantes viajes por el mundo del arte. Pasamos de Gentileschi y Caravaggio, para caer en Paul Gauguin.
Un pintor con un novedoso y expresivo uso del color, el gusto por la simplicidad del primitivismo, la audaz experimentación en todos los ámbitos y técnicas, la bohemia y la intención de alejarse de lo establecido, lo que se podría calificar de pura subversión.
La falsificación se mueve al rededor de Muchacha con abanico, una famosa obra del pintor, con la cual Judith hará su acto más sublime. De esto no tengo ninguna queja, el viaje por medio del arte es espléndido, como vemos desde el primer libro. Hilton no decepciona, aunque acabó un poco con la vida sexual de Judith. Si es cierto que está presente y es más explícito y liberal que nunca, sin embargo, las escenas son sumamente breves, aunque harían sonrojar a cualquiera. (Si Grey, te hablo a ti.).
Como ya sabemos, a la hora de c*ger Judith no tiene miramientos. Lo disfruta en su máximo esplendor y a pesar de que este es un rasgo muy suyo, es entendible que la atención se centrara en las demás situaciones que estaban pasando. Así que, para los que esperaban más acción de su parte, lo lamentamos!
Pero lo que sí está presente, es la pasión por Judith por las joyas, la ropa y (sorpresa), un hombre!. Cuando me di cuenta de por donde iba la cosa, pensé que se arruinaría la historia, quiero decir, es un thriller, lo menos que estaba buscando entre sus páginas era romance. No obstante, quedé bastante contenta con los resultados. Fue una fase interesante de ver en ella y no tengo ninguna queja de esto.
Judith fue inteligente de principio a fin. Actuó de manera estupenda frente a sus “enemigos” y aunque perdió un poquito la cabeza hacia el final (según mi perspectiva) no puedo negar que es una Femme Fatale, de la cabeza a los pies. Me encantó conocer su trasfondo y ver un poco más de la Judith humana. Este fue un libro cargado de sorpresas, que no me decepcionó ni por un momento.
Unos guiños..
Me ha encantado que en esta última entrega, salgan a la luz algunos personajes anteriores, más específicamente, Romero Da Silva, Pavel Yermolov (estoy enamorada de ese hombre) y el bueno de Dave. Extrañé bastante a Steve, pero era entendible que aquí no iba a pintar nada.
Y por supuesto, la mención de Van Gogh, unas pinceladas de su historia y la mención y algunos guiños a Jack el Destripador, me pareció muy interesante y bien pensando que sus nombres se corrieran entre líneas.
BEST TRILOGY EVER!
I mean, seriously. Una trilogía súper recomendada para los amantes al thriller, el suspense y un poco de erotismo. Si tuviera que calificarla, se llevaría un 9/10. Definitivamente, está entre mi lista de volver a leer.
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